Me aseguraban que en este texto iba a encontrar una de las nuevas promesas de la narrativa nicaragüense contemporánea y así fue. Luis Báez, su autor, era un buen joven narrador. Me llamó la atención, desde el principio, su fácil ubicación dentro de la narrativa contemporánea continental, (...) escribía a la manera de Fernando Vallejo, (...) también me recordaba el gesto de Franz Galich en Managua, Salsa City, el de Horacio Castellanos Moya en El asco, y el de Mauricio Orellana Suárez en Heterocity. Era la de Báez un tipo de literatura recelosa, como la de los antes mencionados, pero tenía un giro que iba más allá del choque que producían los anteriores. Y ese más allá consistía, a mi ver, en asumir la familiaridad de esos acontecimientos que a los otros les parecían todavía de excepción. En Báez ya no lo eran. Aparecían como simple dato real. El espanto había sido sustraído y la abyección quedaba totalmente asumida.
El poder de madrugar es un libro práctico, basado en la experiencia de la autora como guía de una gran cantidad de personas que han decidido conquistar el hábito de entrenar de madrugada. La obra ofrece un apoyo técnico, metodológico y motivacional a quienes deseen incursionar en el viaje de nutrir cuerpo, mente y espíritu para alcanzar su crecimiento integral.
Este libro es único por ser el primero que revela, mediante testimonios, cómo se vive esta experiencia en el día a día. En el encontrarás:
En este momento tienes una oportunidad diferente y un camino para transformar tu vida. ¡Si muchos han podido, también lo lograrás!
Misterio, aventura, acción, humor, aderezan esta amena lectura que cuestiona todo lo que consideramos “verdad”. Es la novela de Israel Lewites Cornejo, de distribución gratuita.
En una Nicaragua muy parecida a la actual transcurre “Que todo arda”, una novela dividida en cuatro capítulos: Un humilde brujo de Diriomo cobra poderes sobrenaturales; en el interior del cráter del volcán Masaya aparece una extraña criatura. Una enigmática tribu se resiste a la destrucción de Indio Maíz. Managua es sacudida por el ataque de un grupo fundamentalista religioso.
La novela del hombre que robó los sueños de una nación.
Nicaragua, 1979
Tras el triunfo del frente sandinista, en un restaurante en Managua ubicado en la recién nacida plaza de la Revolución, tres guerrilleros recuerdan con entusiasmo aquel glorioso 19 de julio y los gritos de júbilo de la muchedumbre al celebrar el derrocamiento de la dictadura. Sin embargo, no pueden darse por satisfechos mientras Anastasio Somoza Debayle esté «feliz de la vida en su exilio» en Asunción, así que deciden infiltrarse en Paraguay y estudiar todos sus movimientos hasta dar con una oportunidad para acabar con él…
Unos meses antes, una niña de once años se enfrenta a la confusión de tiempos convulsos: las balaceras llenan de muerte las calles de Managua y una aversión generalizada contra Somoza se respira dentro y fuera de las fronteras, en particular en México. La guerra ha llegado. Ella es muy pequeña para entender tanto odio, pero lo que más le duele es ver cómo todo a su alrededor se desmorona. El hombre que para ella y su hermana era como un tío, que en las fiestas de la familia se dejaba ver con esa mirada franca y siempre sonriente es ahora, para su sorpresa, llamado dictador: el enemigo de toda una nación.
A partir de poderosos y conmovedores recuerdos, Ligia Urroz reconstruye el testimonio de una niña exiliada por la guerra. Una novela íntima y valiente que le da un rostro —como no se ha visto en la literatura— a uno de los hombres más odiados en la historia reciente de Nicaragua.